
El Ayuntamiento emitirá recibos para recaudar 46 millones a pagar del 18 de mayo al 18 de julio El impuesto se aplica en relación al valor catastral, que en Granada es de 13.000 euros de media
El recibo del IBI está al llegar. Un año más, los granadinos, tendrán que ir preparando cantidades de entre 400 y 700 euros para hacer frente a la contribución urbana, un impuesto municipal con el que el Ayuntamiento espera conseguir algo más de 46 millones para las arcas municipales, una obligación ciudadana que cada año plantea serios problemas a muchas familias que casi no llegan a fin de mes, y que tienen que hacer frente a su condición de contribuyentes. Este año el IBI no ha subido, se mantiene igual que en 2006, aunque en 2005, ya subió la friolera de casi el 30%. La Junta Local de Gobierno aprobaba ayer los plazos para el pago de este impuesto, que comenzará el 18 de mayo y se podrá pagar de forma voluntaria hasta el 18 de julio.
El Ayuntamiento emitirá un total de 200.307 recibos, pero no todos ellos son por viviendas, sino que también contabilizan la existencia de trasteros y garajes. A la hora de la verdad, es decir, cuando hay que sacar de la cuenta la cantidad concreta de cada recibo, los granadinos tendrán que preparar una media de 230 euros por cada unidad catastral que posean, aunque la casa siempre será algo más del 60% más cara que el garaje. La estimación en relación con los valores catastrales del municipio, señalan que el pago de la gran mayoría de los granadinos será de entre 400 y 700 euros. El recibo que llegará a nuestras casas, reflejará una cantidad que es el resultado de aplicar el 0,60%, que es el tipo impositivo marcado por el Ayuntamiento, al valor catastral de la vivienda. El resultado será el valor del recibo sin bonificaciones.
El valor catastral de la vivienda lo marca el Ministerio de Hacienda a través de las oficinas de los servicios del Catastro. En la capital granadina, se sitúa oficialmente un valor catastral medio de 13.433, según el Ranking Tributario de los Municipios Españoles de 2006, lo que significa en valor de recibo de la contribución, que la media en Granada sería de 78 euros por vivienda. Pero la realidad va mucho más allá. Los valores catastrales del común de los granadinos se sitúan entre 35.000 y 80.000 euros, lo que significa una horquilla de pago de entre 210 y 480 euros por el IBI.
En casos extraordinarios llega a superar los mil euros, pero son los menos. Sí hay otros muchos de menos de 200 euros, ya que en Granada el parque inmobiliario antiguo, en zonas de baja categoría urbanística y escasos metros cuadrados hacen que los valores catastrales suban poco más de 6.000 euros, lo que significaría un recibo del IBI de 36 euros.
De clase A y B
Tal y como están los impuestos ya no se puede decir que vivir en el centro de la ciudad salga más caro que en barrios periféricos. Zonas de expansión urbanística como las situadas en la Estación de Autobuses, cerrillo de Maracena o espacios al sureste del Zaidín, resultan mucho más caras que una vivienda de toda la vida en Recogidas.
Si tomamos como base un piso de 100 metros cuadrados situado en el centro histórico de la ciudad, construido hace 20 años, el valor catastral será de entre 40.000 y 70.000 euros, dependiendo de la calle en la que se encuentre. El propietario tendrá que pagar un recibo que oscila entre 240 y 420 euros.
¿Qué ocurre con una vivienda en un barrio como el Zaidín? En lo que podríamos considerar el Zaidín de siempre, con edificaciones de los setenta y ochenta, el valor catastral de un piso de 100 metros será de entre 15.000 y 30.000 euros, lo que baja considerablemente el recibo de la contribución, de 90 a 180 euros. Estas mismas cifras pueden extrapolarse a zonas como el Camino de Ronda y el barrio de La Chana.
Estos dos ejemplos suponen la realidad de muchos de los propietarios de Granada, pero hay otros cuyo recibo superará los 500 euros. Se trata de gran cantidad de viviendas de nueva construcción ubicadas en zonas de expansión y residenciales de alto nivel, casas con más de 150 metros cuadrados. Estas cifras contrastan con las de otros muchos ciudadanos que habitan viviendas de hace más de cuarenta años, de las que el parque inmobiliario de barrios como el Centro y el Albaizín está lleno. Casas que generalmente no tienen valores catastrales superiores a 12.000 euros y de las que hay una amplia presencia de viviendas que rebasan en muy poco 6.000 euros.
La variedad existente en Granada es tremenda. Barrios como el Albaizín tienen en su parque inmobiliario, viviendas de altísimo nivel, como algunos cármenes de nueva construcción (los de siempre siguen con valores bajos), otras situadas en espacios residenciales, y junto a ellas, viviendas de bajo nivel, e incluso infraviviendas. El valor catastral en Granada, como en el resto del país, se encuentra por los suelos si se compara con el precio de mercado de las viviendas. Si se aplicase el valor real para determinar qué se tiene que pagar de contribución urbana, el recibo se multiplicaría considerablemente. Si se considera que el valor medio de mercado de una casa en la capital está en alrededor de 200.000 euros, lo que un granadino medio tendría que pagar por su impuesto sería 1.200 euros al año.
Granda es la cuarta ciudad más barata en el 'ranking' del IBI en las capitales andaluzas. Por encima en precio de la contribución se encuentran Sevilla, Huelva y Jaén, que es la que posee un tipo impositivo más alto en relación con el valor catastral.
En un estudio realizado a nivel nacional por empresas inmobiliarias indica que entre la fiscalidad menos gravosa en España para viviendas de tipo medio y en relación entre el coeficiente del IBI y los valores catastrales, se encontraron las ciudades de Pamplona, Granada, Murcia y Burgos, aun que si se mira únicamente el tipo impositivo, Granada se encuentra en puesto número nueve de las ciudades españolas más caras.
Las cifras del IBI tienen otro color si se tienen en cuenta las bonificaciones que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de la capital. La primera de ellas es la que podrán tener la totalidad de los contribuyentes, un 5% si se ha tenido la previsión de domiciliar la deuda en una entidad bancaria, pero claro, quien quiera acogerse a esta rebaja tendría que haber solicitado la domiciliación en el primer trimestre del año.
Lo que se considera una aportación realmente social y bien acogida por los ciudadanos es la rebaja que se aplicará a las familias numerosas, que puede llegar hasta el 40%. Ese porcentaje podrá aplicarse a las unidades familiares de cinco hijos o más. En el caso de las numerosas de tres o cuatro hijos, el descuento es del 30%.
Para poder acceder a esta rebaja es necesario que el titular de la familia tenga también la condición de sujeto pasivo del bien inmueble para el que se insta la bonificación en el Padrón Catastral. Que el inmueble para el que se solicita la bonificación constituya el domicilio habitual de todos los componentes de la familia numerosa que consten en el carnet o documento acreditativo de tal condición, debiendo estar todos ellos empadronados en el mismo durante todo el período para el que se haya solicitado la bonificación. Esta rebaja tiene que ser solicitada previamente al Ayuntamiento.
También se benefician de rebajas los propietarios de VPO, al menos durante los tres primeros años, que pagarán la mitad del recibo.
La rehabilitación de edificios también está bonificada, en algunos casos hasta un 90% del precio del impuesto, e incluso se establecen medidas de rebaja por la aplicación de sistemas de energías alternativas en la vivienda.
Estas bonificaciones se iniciaron el año pasado. En ese ejercicio se aplicaron 772 rebajas de entre un 30% o un 40% a familias numerosas. Otras 90 bonificaciones fueron del 5% para pensionistas y además 1.281 propietarios granadinos vieron rebajado el impuesto a la mitad por ser dueños de VPO.
El recibo del IBI está al llegar. Un año más, los granadinos, tendrán que ir preparando cantidades de entre 400 y 700 euros para hacer frente a la contribución urbana, un impuesto municipal con el que el Ayuntamiento espera conseguir algo más de 46 millones para las arcas municipales, una obligación ciudadana que cada año plantea serios problemas a muchas familias que casi no llegan a fin de mes, y que tienen que hacer frente a su condición de contribuyentes. Este año el IBI no ha subido, se mantiene igual que en 2006, aunque en 2005, ya subió la friolera de casi el 30%. La Junta Local de Gobierno aprobaba ayer los plazos para el pago de este impuesto, que comenzará el 18 de mayo y se podrá pagar de forma voluntaria hasta el 18 de julio.
El Ayuntamiento emitirá un total de 200.307 recibos, pero no todos ellos son por viviendas, sino que también contabilizan la existencia de trasteros y garajes. A la hora de la verdad, es decir, cuando hay que sacar de la cuenta la cantidad concreta de cada recibo, los granadinos tendrán que preparar una media de 230 euros por cada unidad catastral que posean, aunque la casa siempre será algo más del 60% más cara que el garaje. La estimación en relación con los valores catastrales del municipio, señalan que el pago de la gran mayoría de los granadinos será de entre 400 y 700 euros. El recibo que llegará a nuestras casas, reflejará una cantidad que es el resultado de aplicar el 0,60%, que es el tipo impositivo marcado por el Ayuntamiento, al valor catastral de la vivienda. El resultado será el valor del recibo sin bonificaciones.
El valor catastral de la vivienda lo marca el Ministerio de Hacienda a través de las oficinas de los servicios del Catastro. En la capital granadina, se sitúa oficialmente un valor catastral medio de 13.433, según el Ranking Tributario de los Municipios Españoles de 2006, lo que significa en valor de recibo de la contribución, que la media en Granada sería de 78 euros por vivienda. Pero la realidad va mucho más allá. Los valores catastrales del común de los granadinos se sitúan entre 35.000 y 80.000 euros, lo que significa una horquilla de pago de entre 210 y 480 euros por el IBI.
En casos extraordinarios llega a superar los mil euros, pero son los menos. Sí hay otros muchos de menos de 200 euros, ya que en Granada el parque inmobiliario antiguo, en zonas de baja categoría urbanística y escasos metros cuadrados hacen que los valores catastrales suban poco más de 6.000 euros, lo que significaría un recibo del IBI de 36 euros.
De clase A y B
Tal y como están los impuestos ya no se puede decir que vivir en el centro de la ciudad salga más caro que en barrios periféricos. Zonas de expansión urbanística como las situadas en la Estación de Autobuses, cerrillo de Maracena o espacios al sureste del Zaidín, resultan mucho más caras que una vivienda de toda la vida en Recogidas.
Si tomamos como base un piso de 100 metros cuadrados situado en el centro histórico de la ciudad, construido hace 20 años, el valor catastral será de entre 40.000 y 70.000 euros, dependiendo de la calle en la que se encuentre. El propietario tendrá que pagar un recibo que oscila entre 240 y 420 euros.
¿Qué ocurre con una vivienda en un barrio como el Zaidín? En lo que podríamos considerar el Zaidín de siempre, con edificaciones de los setenta y ochenta, el valor catastral de un piso de 100 metros será de entre 15.000 y 30.000 euros, lo que baja considerablemente el recibo de la contribución, de 90 a 180 euros. Estas mismas cifras pueden extrapolarse a zonas como el Camino de Ronda y el barrio de La Chana.
Estos dos ejemplos suponen la realidad de muchos de los propietarios de Granada, pero hay otros cuyo recibo superará los 500 euros. Se trata de gran cantidad de viviendas de nueva construcción ubicadas en zonas de expansión y residenciales de alto nivel, casas con más de 150 metros cuadrados. Estas cifras contrastan con las de otros muchos ciudadanos que habitan viviendas de hace más de cuarenta años, de las que el parque inmobiliario de barrios como el Centro y el Albaizín está lleno. Casas que generalmente no tienen valores catastrales superiores a 12.000 euros y de las que hay una amplia presencia de viviendas que rebasan en muy poco 6.000 euros.
La variedad existente en Granada es tremenda. Barrios como el Albaizín tienen en su parque inmobiliario, viviendas de altísimo nivel, como algunos cármenes de nueva construcción (los de siempre siguen con valores bajos), otras situadas en espacios residenciales, y junto a ellas, viviendas de bajo nivel, e incluso infraviviendas. El valor catastral en Granada, como en el resto del país, se encuentra por los suelos si se compara con el precio de mercado de las viviendas. Si se aplicase el valor real para determinar qué se tiene que pagar de contribución urbana, el recibo se multiplicaría considerablemente. Si se considera que el valor medio de mercado de una casa en la capital está en alrededor de 200.000 euros, lo que un granadino medio tendría que pagar por su impuesto sería 1.200 euros al año.
Granda es la cuarta ciudad más barata en el 'ranking' del IBI en las capitales andaluzas. Por encima en precio de la contribución se encuentran Sevilla, Huelva y Jaén, que es la que posee un tipo impositivo más alto en relación con el valor catastral.
En un estudio realizado a nivel nacional por empresas inmobiliarias indica que entre la fiscalidad menos gravosa en España para viviendas de tipo medio y en relación entre el coeficiente del IBI y los valores catastrales, se encontraron las ciudades de Pamplona, Granada, Murcia y Burgos, aun que si se mira únicamente el tipo impositivo, Granada se encuentra en puesto número nueve de las ciudades españolas más caras.
Las cifras del IBI tienen otro color si se tienen en cuenta las bonificaciones que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de la capital. La primera de ellas es la que podrán tener la totalidad de los contribuyentes, un 5% si se ha tenido la previsión de domiciliar la deuda en una entidad bancaria, pero claro, quien quiera acogerse a esta rebaja tendría que haber solicitado la domiciliación en el primer trimestre del año.
Lo que se considera una aportación realmente social y bien acogida por los ciudadanos es la rebaja que se aplicará a las familias numerosas, que puede llegar hasta el 40%. Ese porcentaje podrá aplicarse a las unidades familiares de cinco hijos o más. En el caso de las numerosas de tres o cuatro hijos, el descuento es del 30%.
Para poder acceder a esta rebaja es necesario que el titular de la familia tenga también la condición de sujeto pasivo del bien inmueble para el que se insta la bonificación en el Padrón Catastral. Que el inmueble para el que se solicita la bonificación constituya el domicilio habitual de todos los componentes de la familia numerosa que consten en el carnet o documento acreditativo de tal condición, debiendo estar todos ellos empadronados en el mismo durante todo el período para el que se haya solicitado la bonificación. Esta rebaja tiene que ser solicitada previamente al Ayuntamiento.
También se benefician de rebajas los propietarios de VPO, al menos durante los tres primeros años, que pagarán la mitad del recibo.
La rehabilitación de edificios también está bonificada, en algunos casos hasta un 90% del precio del impuesto, e incluso se establecen medidas de rebaja por la aplicación de sistemas de energías alternativas en la vivienda.
Estas bonificaciones se iniciaron el año pasado. En ese ejercicio se aplicaron 772 rebajas de entre un 30% o un 40% a familias numerosas. Otras 90 bonificaciones fueron del 5% para pensionistas y además 1.281 propietarios granadinos vieron rebajado el impuesto a la mitad por ser dueños de VPO.